Se vuela el aire. ¿Quién mintió? ¿Quién dijo que hace buen clima en Miami? Este tema es un bajón de categoría cinco, pero es imposible no traerlo a la pista. Llueve, diluvia, truena y sopla el viento con la fuerza de millones de ventiladores de techo a plena potencia. Millones de millones (a hundred, diría N). Y así de divertidos estamos hace días. Y yo no entiendo como el puto virus no se vuela. O se ahoga. O le parte un rayo. O le pica un mosquito. O le aplasta la humedad y le atonta la presión baja. Y mira que es chino. Y lo Made in China, ya se sabe, un uso y poco más, a la basura que se va. Igual que mi lavavajillas, que no funciona y funciona al mismo tiempo. Claro, es de aquí, de las barras y estrellas. Y ya se sabe que los sueños -y los milagros-, aquí, siempre se hacen realidad.
Y en este sueño de soñar, el técnico me indica que cuando quiera utilizar mi lavavajillas abra el grifo del agua caliente para ayudar a la máquina a calentar el agua, que el calentador está lejos (a tres metros) y que eso hace que mi aparato no caliente solo (comentario que sacado de contexto podría tener mucha gracia, ja ja). Mi escucha activa, más que nunca, pretende pillar el chiste, el truco, o... algo. Con el grifo abierto, el humo del agua caliente dibujando nubes y el consumo responsable de recursos naturales tirado por el retrete, el técnico sigue mirando al electrodoméstico esperando, no se... ¿qué le hable? Por fin un diagnóstico definitivo: no funciona. 'Hay que cambiar muchas piezas. Necesito autorización de la dueña (mi casera). La llamo y les llamo. Adiós y, por cierto, cierre el grifo'. Portazo.
Cierro, salgo de mi improvisada sauna y me olvido del tema. Lo llevo a la columna de caso cerrado pendiente de resolución y bajo el telón.
Mensaje de la dueña: lavavajillas arreglado.
Mi amigo el técnico, el del grifo abierto. El del cambio de piezas, el del 'ahora vuelvo', ese mismo pasa parte a su empresa -y a la dueña-, de su diagnóstico experto: que limpie el filtro y que abra el grifo del agua caliente. 100 pavos. Caso cerrado.
Estafa perfecta. Todo en regla. Servicio enviado, pagado y arreglado. Todo documentado. Y mi lavavajillas arreglado que no lava pasa a ser mi problema. Y mi historia de amor de electrodomésticos que se rompen, técnicos que los arreglan para que sigan sin funcionar, llamadas sin respuesta y corazones rotos vuelve a empezar.
Me compro otro.
Acabo de recibir una noticia triste. Una más. Mierda de vida, a veces. Pero no la puedo tirar, ni comprar una nueva, ni abrir el grifo del agua caliente. Solo pelear. Vamos, vamos a pelear hasta el final.
#tiemposdecovid19
#smcaelojo